En plena era del internet y las redes
sociales existen más probabilidades de ser desinformado que informado.
La tecnología ha facilitado que casi
cualquiera pueda colgar cualquier cosa en el ciberespacio.
Por eso es que encontramos una gran cantidad
de información tergiversada que de igual manera representa el pensamiento
tergiversado del mundo.
Si antes los abuelitos nos aconsejaban “no
andes por caminos que no conozcas”; ahora es peor porque es muy fácil “meterse”
por cualquier camino en internet.
Y si antes buscaban evitarnos el daño físico;
ahora estamos expuestos a daño y manipulación mental que además de irreversible
es letal.