Sostenemos
que las criaturas no tienen ninguna culpabilidad de sus exabruptos e incluso de
sus comportamientos descontrolados.
Un
niño inquieto y malcriado se encaramaba intrépidamente en el mobiliario de un
negocio mientras la dependiente un tanto incómoda trataba de disimular al
atender a sus padres quienes frívolamente para ellos el niño se comportaba con
“normalidad”.
Está
claro que el comportamiento de los niños refleja casi al calco la cultura y
educación de los padres. Esas criaturas que con la excusa de la hiperactividad
y lo “listos” que supuestamente son hoy en día, cometen toda clase de abusos
simplemente reflejan padres irresponsables y hasta cierto punto “abusivos”.
Justo
mientras desarrollábamos esta serie de reflexiones tomaba revuelo en los medios
el caso de una familia que haciendo alarde de prepotencia, intolerancia y hasta
descontrol protagonizaron un verdadero espectáculo de agresión hacia una
periodista y su camarógrafo al punto de llegar a golpearla en el rostro.
El
video del incidente muestra una extrema violencia, principalmente por la madre
de familia, la cual replicaba una escena solo vista en la televisión popular;
típicos arrebatos de telenovelas. Desafortunadamente ese es el ciclo de infra
cultura que vamos transmitiendo a las nuevas generaciones.