Este fin de semana estuvimos en un evento de graduación
de preparatoria, y entre los números artísticos destacó un grupo de niñas alumnas
supuestamente del grupo de ballet.
Mientras todos los padres de familia de la
concurrencia admiraban y sonreían complacidos viendo a las inocentes
criaturitas moverse al ritmo de la música; nosotros nos preguntábamos qué pasa
con la sociedad; que acaso no pueden ver un poco más allá como dicen de la
punta de la nariz.
La complicación de nuestra apreciación surgió
cuando luego de la presentación del grupo en teoría de danza clásica, comenzó a
sonar una canción de una de esas artistas reconocidas por sus bailes sensuales.
De primera mano, a cualquiera le da gracia ver como
en una especie de miniatura aquello que al parecer admiran y hasta consideran
sus ídolos artísticos.
Pero más allá de la simpleza viene la realidad
decrépita y decadente… ¿Cuál es el futuro que se les está cincelando a estas
criaturas?. ¿Es que los padres no ven en sus hijos a los ciudadanos del
mañana?.
Nosotros vimos tristemente en esas niñas a las
mujeres del mañana.
No hay duda que nuestra sociedad está en una seria
crisis de valores. Y eso lo vemos todos los días en las noticias y en los
hechos que atestiguamos en nuestro
entorno. La gente está viviendo por vivir y no tienen ninguna consideración por
respetar, por amar, por obedecer, por ser honradas ni nada parecido.
Y es por esa razón que no les preocupa de ninguna
manera esforzarse por que sus hijos sean criados con valores.