Como
estudiantes generalmente todos buscamos siempre trabajar en grupo y de igual
manera siempre terminamos quejándonos de nuestros compañeros.
Esto
se debe a que normalmente cuando hablamos de grupos nos llega una señal
subliminal de que la tarea será más fácil; pero al pensar todos lo mismo
provoca que en la práctica su desarrollo en realidad se vuelva lento y hasta
dificultoso.
A
la hora de presentar los documentos finales es normal la frase: “Fulano de tal
no hizo nada”.
El
funcionamiento malogrado de los grupos de trabajo se explica por medio de la
siguiente alegoría.
En
un grupo de trabajo se definen e identifican espontáneamente los siguientes
roles:
El
primero, es el líder innato, el creativo, el que lleva la iniciativa y empuja
para que las cosas tomen forma y se ejecuten;
El
segundo, es la ayuda idónea, el respaldo, el apoyo y hasta el complemento de
las iniciativas del primero por lo que les resulta fácil trabajar
coordinadamente;
El
tercero, es el que hace los mandados, el que básicamente desempata las
confrontaciones de los primeros, el que espera recibir indicaciones sobre lo
que hay que hacer, pero al final de cuentas algún aporte hace;
El
cuarto, es donde se dan los problemas a partir del significado de la misma
palabra.
Cuarto
según el diccionario de la RAE en una de sus acepciones equivale a dormitorio;
por lo que se deduce que “el cuarto es para dormir”; es decir, el cuarto es
casi nulo lo que aportaría y hasta podría hacer entrar en letargo a todo el
equipo de trabajo.
Es
un hecho bastamente comprobado principalmente en la conformación de los grupos
de tesis, cuya composición al inicio se hace más emotivamente y otras veces
pensando en la amortiguación de los costos por la proporcionalidad de su
distribución; pero pasados unos cuantos meses los problemas de coordinación se
hacen evidentes llegando con frecuencia hasta en el fraccionamiento de los
equipos originales.
Esto
nos lleva a dos grandes conclusiones:
a)
Hay que tener sumo cuidado en la elección de nuestros compañeros de grupos de
trabajo; no siempre el mejor amigo será el mejor equipo; principalmente en
trabajos de mayor envergadura como es una tesis.
b)
Los equipos de trabajo a lo mucho deben conformarse por tres personas, más
elementos vuelven disfuncionales los grupos. No en vano, el Gran Maestro envió
a sus discípulos a cumplir la gran comisión en parejas. Es evidente que se
logra mayor efectividad y aprovechamiento del recurso individual.
Aclárese
que esta teoría es aplicable para tareas específicas, normalmente de tipo
académica.