Pero aún nos queda considerar una posibilidad sobre
la acelerada proliferación de esta terrible enfermedad, y es la cada vez más
inevitable exposición a las ondas radioeléctricas de todos los dispositivos
modernos.
Existen abundantes escritos y estudios de
importantes instituciones que no han
logrado establecer una relación directa con esta enfermedad.
Casi siempre concluyen que no se han realizado
estudios sostenidos en el tiempo en vista del relativo reciente desarrollo de
estas tecnologías; pero esta situación simplemente implica que no han
encontrado una relación, pero tampoco eso significa que la hayan descartado.
A nosotros, la gente normal y vedada de los más
ocultos secretos del poder de este mundo simplemente nos llama la atención la
simultánea proliferación tanto de la enfermedad como de la tecnología inalámbrica.
¿Acaso no es lógico pensar en la realidad que todos
los tejidos del cuerpo humano están expuestos permanentemente a las ondas de
las antenas instaladas casi a cada kilómetro; señales satelitales de televisión
y tanto más; y que cualquier estudio que pudiera establecer algún tipo de
relación significaría el derrumbamiento quizá del negocio más lucrativo de los
poderes económicos actuales?.
En mayo de 2011 la Agencia Internacional para la
Investigación del Cáncer de la OMS en su comunicado de prensa 208, clasificó
los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como posiblemente carcinógeno
en humanos; situación confirmada por la misma OMS un mes después a través de su
nota descriptiva 193.
En la misma línea el Tribunal Supremo Italiano en el
2012 reconoció tal relación al fallar a favor de un ciudadano que había pasado
por motivos de trabajo hablando por teléfono celular los últimos diez años,
unas seis horas diarias entre cinco y seis días a la semana por el que
desarrolló un tumor cerebral.
El mismo afectado, Innocente Marcolini, de 60 años de edad, manifestó: "No
he emprendido esta lucha para obtener un resarcimiento económico, sino porque
quería dejar claro que el uso de los teléfonos móviles comporta un riesgo que
la gente debe saber".
Sin duda que llegará el momento en que la verdad no
podrá seguir siendo ocultada por el poder egoísta del lucro; mientras tanto,
desde todo punto de vista, nos conviene simplemente comportarnos como seres
racionales en el uso de las tecnologías evitando los excesos y principalmente,
los vicios que nos provocan el peor de todos los cánceres que es el mental.