Es fácil decepcionarse al ver que cada día se
incrementa la maldad y la corrupción.
Cuando creíamos que ya no se podía más
aparecen casos peores; y pensamos: esto jamás se va acabar.
Y es cierto porque al pensar todos así, a la
menor oportunidad nos uniremos al ejército de los malos.
Dos cosas debemos hacer.
-ACTITUD: Debemos mentalizarnos y creer que
las cosas pueden cambiar. Ahí comenzará el ciclo de una nueva generación de
gente positiva.
-ACCION: Cuidarnos de lo que nosotros creemos
que son “pequeñas violencias” y “pequeñas corrupciones”. Actuemos con
integridad.
Cambiemos nosotros y el mundo cambiará.