Aunque son dos etapas
iguales tienen dos percepciones diferentes:
1-En la primera mitad nacen
expectativas, retos y desafíos para emprender desde el punto cero, por lo que predomina
una mezcla entre ilusiones y presiones.
2-En la segunda mitad ya
deben haber resultados; bases bien encaminadas de aquellas ilusiones; y logros
importantes que alivien las presiones.
Por eso es el mejor momento para aspirar optimismo y satisfacción; hacer
ajustes; recargar fuerzas y así poder disfrutar del año, la bajada de la montaña.