190- ABUSOS DE LA TELEVISON POR CABLE

Los abusos de la televisión por suscripción son cada vez más cínicos y lo peor, impunes.
Primero, debilitan la señal de los canales supuestamente libres de manera que ya no es posible sintonizarlos con antenas, obligando con ello a toda la población a pagar suscripciones.
Ahora instalan una caja que controla minuciosamente las frecuencias y canales vistos por los clientes de manera que controlan los canales con más audiencia para ubicarlos en “paquetes” de servicios más caros.
Nos acaba de ocurrir. En plena vigencia del contrato nos sustituyen uno de los 3 canales que más veíamos por un canal de la misma compañía sin ningún interés.
La gran pregunta es, ¿Qué puede hacer el consumidor? y lo peor, ¿Quién podrá defendernos?...

 

Los juristas dirán, lea el contrato, pero ya sabemos que estos documentos son abusivos y el cliente solo tiene la opción de firmar o no firmar, sin que nadie regule las arbitrariedades que contienen, ya que estos generalmente contienen cláusulas como:

“El CLIENTE acepta que el contenido u horarios de la programación del servicio de difusión por suscripción, pueda variar o modificarse incluyendo adición o sustitución de canales y/o programas”;

Ah, pero también dice:

“El CLIENTE podrá reducir el servicio de difusión por suscripción contratado cuando lo desee para lo cual deberá pagar la penalidad establecida en el momento en que solicite el cambio”.

O sea, que ellos pueden reducir el servicio sin ninguna penalidad pero el CLIENTE si tiene penalidad.

 

Así las cosas, no está lejos el día en que nos escucharán y espiarán por las mismas pantallas de nuestros televisores sin que NADIE diga ni haga nada.

189- HURTO EN GASOLINERAS POR LOS MISMOS EMPLEADOS

Necesitamos estar cada día más listos y los pocos buenos que quedamos tratar de ayudarnos para no sucumbir en este mundo decadente de principios y valores que se hunde en la suciedad de la inmoralidad.
En nuestra sociedad la delincuencia y el ladronismo casi se institucionalizan; y ahora nos hurta desde la señora de la esquina que nos vende tomates podridos, hasta las compañías transnacionales que nos acosan y cobran servicios no solicitados.
En una gasolinera sobre la Calle de Oro, en la bomba de autoservicio salen a atender con premura dos empleados: uno de ellos entretiene al cliente mientras el otro supuestamente llena el tanque con la cantidad indicada. Otras veces actúa uno solo con una rapidez impresionante preguntando con cuanto va a llenar y procediendo al acto sin dar tiempo al cliente de “mirar la bomba”.
¿Cómo hacen el hurto?.
Dependiendo del monto a llenar, estos sujetos inescrupulosos no ponen la bomba a cero y le roban el monto de gasolina que ha llenado el cliente anterior si es considerable la diferencia; por ejemplo: si un cliente va a llenar $20.00 y el anterior había llenado $5.00, el contador continúa desde $5.00 robándose esa cantidad.
Listos porque cada día es menos la gente en la que podemos confiar.